Internet lo inunda todo, y no podía ser de otra forma, que también llegara a la reputación e imagen pública de las empresas. Y no estoy hablando de la visibilidad que estas deben tener en la red (web, redes sociales…) sino de cómo afecta a su imagen las recomendaciones online entre iguales, cómo suceden, por ejemplo en TripAdvisor o en El Tenedor.

Aquí da igual que contratemos a la mejor agencia de publicidad del mundo, que tengamos una imagen sólida o que llevemos 40 años en el mercado. La reputación corporativa se ve afectada por el impacto de la reputación online, especialmente por lo que comentan usuarios de nuestras empresas y servicios en internet.

En la creación de valores e imagen de la empresa debemos tener en cuenta la experiencia de los trabajadores y de los usuarios de nuestros servicios, para así intentar controlar lo incontrolable. Se tiene que tener presente que las acciones realizadas por cualquiera de nuestros empleados tiene la capacidad de alterar la reputación de toda la organización. Es consecuencia de la creación de un sistema abierto de interacción entre iguales.

Por ello debemos asegurarnos que todos los empleados estén alineados con la visión y misión de la organización, y cooperen para crear una gran experiencia al cliente con cada servicio que contrate.