El estado de alarma nos tomó por sorpresa a todos, tanto a CIEDO como a nuestros clientes. En pocas horas, nuestro buzón de correo se llenó de consultas sobre qué implicaba el nuevo estado para las empresas, y nuestros teléfonos no paraban de recibir llamadas y mensajes sobre qué tenían que hacer.

Muchos cambios en las empresas

Todo esto fue un parón de máquinas y cambio de rumbo: había que reorganizar a las empresas, adaptar puestos de trabajo para que pudieran realizar teletrabajo el máximo número de trabajadores, nuevo estilo de marketing para que las empresas mantuviesen a sus clientes, intentar escapar de la necesidad de los ERTEs, los que lo necesitaban, ayudarles a gestionarlos de la mejor forma posible… muchos objetivos y poco tiempo.

Teletrabajo

Desde el principio recomendamos el teletrabajo (siempre que se pudiera), de la misma forma que adaptar las jornadas a los trabajadores que estaban al cuidado de sus hijos, para intentar facilitar la conciliación familiar. En algunos casos, dejamos de hablar de horas trabajadas y empezamos a hablar de objetivos diarios o semanales, para facilitar que los padres y madres se pudieran reorganizar. También gestionamos alguna que otra reducción de jornada.

Prácticas en empresas

Hay algo que no sé si la gente conoce: uno de los problemas que tuvieron nuestros clientes y que requirió también de su parte de burocracia, fue la paralización de los procesos de selección de los becarios, y la suspensión de las prácticas en las empresas. Había becarios a los que adaptamos el puesto de trabajo, para que continuaran sus prácticas con teletrabajo, y tuvimos que justificar todos los procesos y procedimientos ante la universidad, así mismo que entregarle una copia de agenda de trabajo, para justificar que sí se podían hacer esas prácticas con teletrabajo. También debo decir que a los dos becarios a los que se les hizo esto, después de sus prácticas, se les ha ofrecido un contrato laboral en las distintas empresas (cosas buenas que pasan durante el confinamiento).

Vacaciones de semana santa ya concedidas por las empresas

El estado de alarma se mantuvo más de los 15 días primeros (y lo que nos quedaba), y llegó la orden de parar todas las actividades no esenciales justo antes de las vacaciones de Semana Santa. Algunas empresas habían concedido vacaciones de Semana Santa a sus trabajadores, en las planificaciones de vacaciones de enero y febrero. ¿Qué pasaba con ellas? Nosotros ayudamos a estudiar caso por caso, para ver qué era mejor para la empresa y los trabajadores.

¿Y los clientes?

Esta congelación también se notó en el nerviosismo que presentaban los clientes de nuestros asesorados. Por lo que asesoramos a muchos de nuestros clientes, campañas de comunicación internas y externas para dar seguridad, tanto a clientes como a trabajadores, pedir paciencia, que todos se cuidaran y asegurar que todas las necesidades serían cubiertas a la vuelta de Semana Santa.

Y continuamos después de Semana Santa ayudando a nuestros clientes a retomar sus actividades en la medida que se podía hacer hasta ahora.

Desescalada

Y estamos en una nueva fase: comienza la desescalada. Así que comenzamos a diseñar los protocolos de seguridad para cada uno de los trabajadores de nuestros clientes. Sí, sí. Para cada uno, valorando cada caso, si es de riesgo o no, para asegurarnos de que se cuidan, y de que la empresa también se cuida.

Ahora, algunos clientes han cambiado de fase, y otros esperamos que estén a punto de hacerlo. Esto implica más cambios. Pero CIEDO siempre estará al lado de sus clientes.