El inicio de cualquier plan de negocios es la descripción de misión, visión y valores, por lo que todas las empresas definen estos conceptos, incluso algunas se preocupan también de delimitar su propósito, pero son muy pocas las que logran hacerlo de una manera que vaya más allá de las buenas intenciones y se convierta en una forma de trabajar todos los días.
Collins y Porras en su artículo del Harvard Business Review: “Building Your Company’s Vision” establecen que las empresas que gozan de éxito por lo general han definido unos valores y un propósito claro que los guían a lo largo del tiempo, y no solo lo han definido sino que lo aplican en todos y cada uno de sus actos.
El propósito es la razón de ser de la empresa. Éste debe reflejar las motivaciones ideales de las personas que trabajan en la organización. Es como el alma de la organización. No se debe confundir el propósito con las metas o los objetivos, que solo son vehículos necesarios para lograr el propósito. También debe entenderse que el propósito de una empresa no es económico. El resultado económico es la consecuencia de hacer un buen trabajo.
Toda empresa existe porque obtiene determinadas ganancias de lo que hace, pero qué pasaría si además de este beneficio pudiera seguir un propósito (causa noble con la cual comprometerse). Este compromiso con el propósito contribuye a tener empleados más comprometidos, mayor productividad y mayores beneficios, por lo que contribuye a la retención del talento.
Frente a esta situación, Schwartz recomienda a los ejecutivos que pretendan desarrollar una ventaja competitiva, hacerse las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es nuestro propósito más noble? ¿estamos cumpliendo con él?
- ¿Cómo podemos dar mayor significado a lo que los empleados hacen, para que se sientan más entusiasmados para ir a trabajar cada mañana?
- ¿de qué forma práctica podemos agregar más valor en el mundo?
Una empresa refleja realmente el éxito en sus negocios cuando los trabajadores de la misma se sienten bien laboralmente, no podemos negar que una empresa no puede ser exitosa si los empleados son mediocres o insatisfechos laboralmente, aunque tenga beneficios económicos.