En un mundo donde la ecuación predominante es el cambio, resulta imprescindible el estudio

de la capacidad de dirigir y fortalecer el esfuerzo colectivo hacia la adaptación continua de las

nuevas circunstancias.

“El líder servidor es siervo primero… su actitud viene de un sentimiento natural de ser útil a los

demás. Luego viene la decisión consciente de aspirar a liderar “dice el ensayo de Robert

Greenleaf  en el que se destaca que este tipo de supervisores

desarrolla el talento de sus equipos tratándolos con respeto y escuchando sus voces.

El liderazgo al servicio parte de un principio claro, real y poco observado, la empresa es una

comunidad de personas y el liderazgo se ejerce desde la persona hacia las personas.

La humildad es la primera característica que nos encontramos en un líder al servicio, un líder

es una persona “normal” que en todo caso hace su trabajo de una manera extraordinaria. La

capacidad de ejercer el liderazgo está dentro de las capacidades humanas, por el hecho de ser

persona estamos dotados de todas las capacidades, solo nos hace falta desarrollarlas. El

liderazgo es un proceso susceptible de aprendizaje, por lo que está al alcance de cualquier

persona que sienta la vocación y posea la fuerza de voluntad suficiente para realizarlo.

Los buenos líderes conocen sus cualidades como personas, conocen sus debilidades y

fortalezas y buscan en sus equipos el complemento para sus limitaciones, de ahí que la

humildad sea una condición indispensable en su manera de proceder.

Un líder al servicio sabe que no lo sabe todo y esto le hace tomar conciencia de las

necesidades que tiene del conocimiento de los demás estando dispuesto a aprender y

rodearse de gente que conoce a fondo lo que el desconoce complementándose.

El líder enseña a los demás con el ejemplo, emplea la acción más que la palabra generando

credibilidad y confianza y transmitiendo seguridad.

Tiene una gran capacidad para ilusionar a la gente dotando de sentido el trabajo que realizan,

ayudando a sus colaboradores (no subordinados) a descubrir el valor y el sentido de lo que

están haciendo.

El liderazgo al servicio está enfocado en las personas y en sus relaciones ejecutando acciones

basadas en principios. Las actuaciones están basadas en principios que se concretan en los

valores y quedan visibles en una cultura.

Las cualidades que un liderazgo al servicio lleva acabo en la acción diaria son: Coherencia,

convicción, credibilidad, confianza, comunicación, compromiso y conciencia incluyendo

también el coraje y el carácter, tener un carácter consolidado es importante y mantener el

coraje en una actividad empresarial, donde con demasiada frecuencia se olvida que la

dimensión humana es fundamental.