Una crisis es un evento negativo de alto impacto, capaz de afectar de manera significativa el valor de una organización.
“La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y cuando lo nuevo no acaba de nacer” (Beltolt Brecht)
Tanto las crisis organizacionales, como las de cualquier otro entorno, responden a patrones de evolución similares. Los conceptos de prevención, enfrentamiento y recuperación son aplicables a todas las crisis por igual.
Las crisis tienen etapas claramente marcadas:
- Etapa silenciosa, donde la crisis ya está gestada pero no muestra síntomas.
- Etapa de escalada donde vemos el impacto real.
- Etapa de descenso, donde la crisis va cediendo.
Un factor sumamente importante de las crisis, es que en la mayoría de ellas, los equipos humanos sabían y tenían plena conciencia de que la crisis ya estaba en curso. Es cierto que hay crisis imposibles de diagnosticar y que escapan a cualquier nivel razonable de anticipación pero la estadística muestra que en la enorme mayoría de los casos de crisis, la información de lo que podía ocurrir está dentro de la organización, sin embargo no hubo anticipación, ni preparación.
¿Cómo se explica que ocurra esto?:
- Sensación de invulnerabilidad (no pasa nada)
- Responsabilidad diluida (La mano derecha no sábelo que hace la izquierda)
- Bloqueos de comunicación (la comunicación interna es lineal, ni sube a niveles superiores ni baja de estos a los inferiores)
- Compartimentación de la información
- Miedo a reportar.
El comportamiento de las organizaciones, donde se mezclan los intereses individuales y los colectivos, la psicología individual y la de los grupos, el manejo de la emociones y hasta el clima laboral son factores determinantes en el desarrollo y enfoque de las crisis.
El mapeo de riesgos es un elemento fundamental y representa la oportunidad de la prevención y la preparación para afrontar una crisis de manera eficaz e instructiva. La identificación temprana de los riesgos permite su control con un menor esfuerzo y coste que cuando ya han desencadenado la crisis. La información y el tiempo constituyen una gran ventaja en al manejo de las crisis, los mapas de riesgo permiten actuar en una fase previa y normalmente la información necesaria esta dentro de la organización, pero de manera dispersa e inconexa y es ahí donde El Diagnostico Organizacional tiene un papel fundamental en unir la información, interpretarla y ayudar a afrontar con mejores medios las fases críticas.
Para un buen manejo de la crisis lo más importante es hacerse las preguntas correctas, y no depende tanto de las respuestas como de entender las preguntas y abrir la mente. La experiencia revela que el formato organizacional está preparado y concebido para la marcha del negocio, pero no funciona adecuadamente cuando se entra en una crisis. La presión y velocidad necesaria obliga a tener mecanismos totalmente distintos a los empleados en el día a día de la organización y hacerlo no puede dejarse a la improvisación, de ahí la importancia de que cada organización tenga su propio plan de manejo de crisis.
El plan debe asignar claramente quien compondrá el equipo de manejo de crisis, y que rol jugará cada uno de los integrantes, antes, durante y después de ésta. Debe además contemplar los medios necesarios para una acción rápida y precisa y controlar la información que recibe y transmite.
Nada enseña más que las crisis por ello una vez superadas es necesario analizarlas haciéndonos todas las preguntas pertinentes que permitan realizar el mejor aprendizaje posible.
Si es importante diseñar y estructurar la estrategia empresarial documentándola, igual de importante, y más en este mundo cambiante es acompañar a esa estrategia de un buen plan de crisis, que nos permita resolver y volver al camino deseado con rapidez y eficacia.