La crisis del capitalismo industrial, en contra de lo que pensaban muchos, parece que no está dando muerte al capitalismo, sino que ha hecho que éste evolucione a un nuevo capitalismo: el capitalismo cognitivo.

Este nuevo capitalismo cognitivo no centra su actividad en el intercambio de bienes materiales sino en el conocimiento, la formación y el trabajo inmaterial e intelectual, consolidándose las actividades de alta intensidad de conocimiento como indicativo del crecimiento y la competitividad del mercado. Se caracteriza por la incorporación de conocimiento al trabajo formalizado.

Este nuevo sistema implica una re-estructuración organizacional, pues ya no es tan importante el conocimiento formal, sino ese saber vivo que tiene el individuo capaz de llevar las rutinas laborales a otro nivel, creando y buscando soluciones nuevas con el objetivo de optimizar recursos y crear productos nuevos. En los curriculum ya no es tan importante dónde has estudiado, sino las experiencias y conocimientos adquiridos que puedan movilizar la empresa, y el interés por la búsqueda continua de conocimiento y experiencias, que hagan crecer tanto al individuo como a la empresa.

La frase «o te mueves o estás muerto», ahora es más cierta que nunca en el mundo empresarial.