Análisis sobre cómo afectó la interrupción eléctrica más grave de la historia reciente al tejido empresarial y propuestas para fortalecer su resiliencia

El 28 de abril de 2025, España y Portugal vivieron el mayor apagón eléctrico de su historia. Más allá de la magnitud técnica del evento, sus consecuencias económicas y operativas fueron inmediatas y significativas, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.

En este análisis elaborado por CIEDO examinamos el alcance del impacto, las reacciones institucionales, y planteamos una serie de recomendaciones realistas para que las pymes puedan reforzar su preparación ante futuras contingencias similares.

Impacto general en la economía

Las pérdidas estimadas superan los 44.211 millones de euros, con especial incidencia en sectores industriales, comerciales y de servicios. La interrupción energética afectó cadenas de producción, sistemas de cobro y logística, provocando paralizaciones críticas en todo el territorio.

El apagón coincidió con el cierre de mes, intensificando sus consecuencias al interrumpir procesos clave como la facturación, la gestión de nóminas o los pagos fiscales. Sectores como la industria manufacturera, el comercio minorista, la hostelería y los servicios profesionales sufrieron bloqueos inmediatos que se tradujeron en pérdidas económicas y deterioro de relaciones comerciales.

Afectación a las pymes industriales y comerciales

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) fueron, sin duda, las grandes perjudicadas por el apagón eléctrico del 28 de abril. Si bien toda la economía sufrió las consecuencias del corte, las pymes —por su dimensión, estructura operativa y recursos limitados— fueron más vulnerables y menos resilientes ante la interrupción.

Según datos del Directorio Central de Empresas (DIRCE), las pymes representan más del 99% del tejido empresarial español, y gran parte de ellas no dispone de protocolos formales de continuidad de negocio ni infraestructuras tecnológicas redundantes. La falta de generadores, sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI) o personal técnico especializado agravó los efectos de la interrupción eléctrica, impidiendo reacciones eficaces ante la crisis.

Interrupciones operativas generalizadas

En sectores industriales, especialmente aquellos con procesos de producción continua o dependientes de maquinaria, la caída del suministro significó:

  • Paralización instantánea de líneas de producción, con materiales a medio procesar y pérdida directa de eficiencia operativa.
  • Desperfectos en equipos no diseñados para interrupciones abruptas, como hornos, prensas hidráulicas o sistemas de climatización industrial.
  • Descoordinación entre operarios y supervisores, ante la falta de energía para sistemas de control y comunicación internos.

En empresas más pequeñas —talleres, carpinterías, imprentas o laboratorios— el corte eléctrico dejó inservibles herramientas esenciales, provocando una pérdida inmediata de capacidad productiva y, en algunos casos, de ingresos irrecuperables.

Impacto en el comercio minorista y la alimentación

Los comercios minoristas, en especial aquellos vinculados a la alimentación, sufrieron consecuencias particularmente severas. La imposibilidad de conservar en condiciones adecuadas productos refrigerados, junto con el cierre forzado de locales por falta de iluminación y seguridad, generó:

  • Pérdida de producto: carne, lácteos, pescado y otros bienes perecederos no pudieron mantenerse en condiciones sanitarias adecuadas durante el corte.
  • Cancelación de entregas programadas: muchas tiendas que operan con logística just-in-time no pudieron recibir o enviar mercancía.
  • Imposibilidad de realizar ventas: sin electricidad, los TPV y sistemas de cobro digital quedaron inutilizados, impidiendo la facturación en efectivo incluso en muchos casos, por falta de conectividad a los bancos.

Pequeños supermercados, tiendas de conveniencia y comercios de barrio reportaron pérdidas de cientos o miles de euros en apenas unas horas.

Hostelería y restauración: el apagón en plena actividad

En el sector HORECA (hoteles, restaurantes y cafeterías), el apagón coincidió con una franja horaria crítica: la preparación del servicio de mediodía y las primeras horas del turno de cena.

Los efectos fueron inmediatos:

  • Cancelaciones de reservas y acumulación de quejas en redes sociales.
  • Pérdida de alimentos preparados y platos en curso que no pudieron terminarse o servirse.
  • Desorganización operativa, sin iluminación en cocinas, sin acceso a sistemas de comandas digitales y con sistemas de pago fuera de servicio.

Muchos negocios tuvieron que cerrar de forma abrupta, devolviendo pagos o posponiendo eventos privados, con el consiguiente perjuicio reputacional y financiero.

Dependencia tecnológica crítica

Uno de los factores más relevantes que agravaron el impacto en las pymes fue su creciente dependencia de tecnologías digitales. Plataformas de gestión en la nube, softwares de facturación, terminales de punto de venta y canales de atención al cliente digitales quedaron inutilizables sin electricidad ni conectividad.

Esto supuso:

  • Bloqueo del acceso a información operativa clave (inventario, pedidos, entregas, histórico de clientes).
  • Incapacidad para realizar tareas básicas como emitir facturas, registrar cobros o programar envíos.
  • Incomunicación parcial con proveedores, clientes y servicios técnicos.

Incluso pymes con cierto grado de digitalización se vieron sorprendidas por no contar con copias locales de sus sistemas o alternativas manuales mínimas para seguir funcionando durante un corte de red.

Consecuencias prolongadas y costes ocultos

A diferencia de las grandes empresas, que suelen disponer de protocolos de contingencia, las pymes enfrentan dificultades adicionales para recuperar su operativa tras un incidente de esta magnitud. Las consecuencias no terminan cuando vuelve la luz:

  • Reorganización de agendas: nuevas entregas, reprogramación de servicios cancelados, reagendado de reuniones y tareas pendientes.
  • Gestión de reclamaciones y compensaciones: tanto a proveedores como a clientes, afectando la percepción de fiabilidad.
  • Tensiones de tesorería: por ventas no realizadas, stock perdido, pedidos retrasados y penalizaciones contractuales.
  • Sobrecargas administrativas: horas extra no previstas, cierre de balances con retraso, tareas duplicadas.

Para muchas pequeñas empresas, la factura real del apagón se medirá en semanas o incluso meses, dependiendo de su nivel de preparación, su modelo de negocio y su red de apoyos.

Medidas institucionales y reacciones sectoriales

El apagón del 28 de abril provocó una reacción rápida, pero no siempre coordinada, por parte de las instituciones públicas, organismos sectoriales y administraciones autonómicas. A medida que se conocía el alcance de la interrupción y sus consecuencias económicas, distintas entidades comenzaron a activar protocolos de evaluación, lanzar comunicados y estudiar posibles líneas de apoyo a los sectores más perjudicados.

Gobierno central: evaluación, coordinación y primeros pasos

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo fue uno de los primeros en activar una unidad de seguimiento específica para analizar el impacto del apagón sobre el tejido empresarial, con especial atención a las pymes y autónomos. Esta unidad se coordinó con las delegaciones del Gobierno en las comunidades autónomas y con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para recopilar información de campo sobre daños económicos y operativos.

Por su parte, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico encargó un informe técnico urgente al operador del sistema eléctrico (Red Eléctrica de España) y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para determinar el origen del fallo y posibles medidas de mejora de la infraestructura energética.

Hasta el momento, no se han anunciado ayudas directas específicas para pymes afectadas, aunque el Gobierno ha abierto la puerta a evaluar compensaciones sectoriales, moratorias fiscales y líneas ICO especiales si se confirma un perjuicio estructural.

Reivindicaciones de las asociaciones de pymes

Desde el mismo día del apagón, organizaciones empresariales como CEPYME, ATA, CECOT y varias confederaciones autonómicas alzaron la voz para reclamar respuestas concretas. Entre sus demandas destacan:

  • Compensaciones económicas por pérdidas documentadas, especialmente en sectores como comercio alimentario, hostelería y logística.
  • Subvenciones para la adquisición de sistemas de respaldo energético (SAI, baterías, generadores) como medida preventiva.
  • Deducciones fiscales extraordinarias para pymes que acrediten pérdidas relacionadas con el apagón.
  • Planes de emergencia coordinados con las distribuidoras eléctricas, para mejorar la comunicación y gestión de futuras incidencias.

Estas entidades también han pedido que se convoque una mesa sectorial extraordinaria de emergencia energética que reúna a empresas, distribuidores y administraciones para coordinar políticas a medio plazo.

Comunidades autónomas: ayudas y respuesta territorial

Las comunidades autónomas con mayor densidad empresarial —como Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid o Andalucía— activaron sus propios canales de apoyo institucional. Algunas medidas ya anunciadas o en fase de estudio incluyen:

  • Líneas de emergencia para pymes del comercio y servicios básicos, especialmente para cubrir daños en mercancía, pérdida de ingresos y gastos derivados del apagón.
  • Asistencia técnica para la justificación de pérdidas, a través de cámaras de comercio y oficinas de desarrollo empresarial.
  • Convocatorias exprés de ayudas para microempresas de sectores críticos como alimentación, restauración o logística urbana.

Estas acciones han sido bien recibidas por parte de las pymes, aunque también se ha denunciado una falta de coordinación inicial y ausencia de información clara durante las primeras 24 horas del incidente.

Ayuntamientos y entidades locales: apoyo operativo y comunicación

A nivel municipal, muchas ciudades pusieron en marcha mesas de crisis, líneas de información directa y dispositivos de asistencia en barrios con alta concentración comercial. En zonas rurales, donde la capacidad de respuesta fue más limitada, se registraron quejas por falta de respaldo y nula comunicación con las empresas locales durante la crisis.

Algunos consistorios, como el de Zaragoza, Barcelona o Valencia, han comenzado a trabajar con asociaciones de comerciantes para diseñar protocolos de actuación rápida, que incluyan puntos de carga de emergencia, sistemas de alerta temprana y espacios de asistencia técnica descentralizados.

Sector energético y proveedores tecnológicos

Las principales compañías eléctricas han emitido comunicados oficiales comprometiéndose a colaborar con la investigación, revisar sus protocolos de seguridad y fortalecer los sistemas críticos. También se han ofrecido a estudiar programas de bonificación para empresas afectadas, aunque todavía sin anuncios concretos.

En paralelo, empresas del sector tecnológico —especializadas en ciberseguridad, energía distribuida y almacenamiento— han comenzado a ofrecer a pymes soluciones adaptadas de bajo coste, como microgeneradores, paquetes de continuidad digital y asesoría en gestión del riesgo operativo.

Recomendaciones para mejorar la resiliencia de las pymes

El apagón del 28 de abril de 2025 ha demostrado que una crisis energética puede paralizar por completo la actividad de miles de pequeñas y medianas empresas, incluso durante un periodo breve. Para muchas pymes, este evento no solo ha supuesto pérdidas económicas inmediatas, sino también un punto de inflexión: ha hecho visible la necesidad de prepararse para lo inesperado.

A continuación, presentamos una serie de recomendaciones que, sin exigir inversiones inasumibles, pueden ayudar a mejorar significativamente la resiliencia operativa y organizativa de las pymes ante futuras contingencias energéticas.

1. Elaborar un plan de continuidad de negocio

  • Identificar procesos críticos que no pueden detenerse sin consecuencias graves (facturación, cobro, control de stock, atención al cliente).
  • Diseñar protocolos de actuación en caso de corte eléctrico: asignación de tareas, responsables, tiempos de respuesta, rutas de comunicación interna.
  • Establecer copias de seguridad automáticas, tanto en la nube como en dispositivos locales (pendrives, discos duros offline), para acceder a datos esenciales sin conexión.
  • Simular escenarios y realizar ensayos periódicos del plan con el equipo para detectar fallos o puntos ciegos.

2. Formación del equipo y cultura preventiva

  • Formar al personal en actuación ante emergencias: uso de equipos alternativos, seguridad durante cortes eléctricos, comunicación de incidencias.
  • Fomentar una cultura organizacional que valore la anticipación y la capacidad de respuesta, más allá de lo operativo: priorizar decisiones ágiles, resiliencia emocional y adaptación.
  • Incorporar la gestión del riesgo como parte de la formación general del equipo, especialmente en pymes con pocos empleados donde las funciones están menos compartimentadas.

3. Cooperación local y sectorial

  • Establecer redes de colaboración entre pymes del mismo sector o zona geográfica: compartir buenas prácticas, coordinar planes de contingencia, prestar apoyo mutuo en momentos críticos.
  • Participar activamente en asociaciones empresariales locales para acceder a información útil, formación y ayudas institucionales.
  • Crear convenios con proveedores estratégicos y transportistas para definir protocolos de emergencia conjuntos (reprogramación, entregas alternativas, priorización de pedidos).

4. Apoyo institucional y aprovechamiento de recursos públicos

  • Aprovechar programas regionales, nacionales y europeos que financian inversiones en resiliencia: subvenciones para digitalización, eficiencia energética y prevención de riesgos.
  • Solicitar orientación técnica a través de cámaras de comercio, asociaciones sectoriales y entidades de desarrollo local, que pueden ofrecer asesoramiento personalizado.
  • Exigir, desde el tejido empresarial, que la resiliencia ante interrupciones energéticas se incluya como criterio de evaluación en ayudas públicas, junto con la sostenibilidad o la digitalización.

5. Revisión de contratos y cobertura de seguros

  • Revisar pólizas de seguros para verificar si cubren interrupciones de negocio por cortes eléctricos. Si no es así, considerar actualizar coberturas.
  • Incluir cláusulas de protección ante fallos energéticos en contratos con proveedores críticos y clientes con altos estándares de servicio.
  • Establecer acuerdos mínimos con proveedores eléctricos para recibir alertas tempranas y soporte técnico en tiempo real.

Reflexión final

Este apagón ha sido una advertencia. No podemos asumir que la continuidad operativa está garantizada. En un entorno cada vez más interconectado y dependiente de la tecnología, las pymes deben asumir un rol activo en su propia protección.

Prepararse no es una opción. Es una condición necesaria para seguir siendo competitivos y sostenibles. Las empresas que incorporen hoy medidas de resiliencia estarán mejor posicionadas para adaptarse, resistir y liderar mañana, incluso en un escenario incierto.

Bibliografía y fuentes consultadas

Medios de comunicación

  1. El Español
    “El apagón sufrido en España podría suponer pérdidas superiores a los 44.211 millones de euros para la economía”
    https://www.elespanol.com/invertia/economia/macroeconomia/20250429/apagon-sufrido-espana-podria-suponer-perdidas-superiores-millones-euros-economia/1003743733981_0.html
  2. El País
    “España trata de volver a la normalidad tras el mayor apagón de su historia”
    https://elpais.com/economia/2025-04-29/espana-trata-de-volver-a-la-normalidad-tras-el-mayor-apagon-de-su-historia.html
  3. OK Diario
    “El apagón en España y Portugal, en gráficos: ¿a qué hora volvió la luz?”
    https://okdiario.com/economia/apagon-espana-portugal-graficos-14681896
  4. Cadena SER
    “España sufre un apagón eléctrico masivo en todo el país”
    https://cadenaser.com/nacional/2025/04/28/espana-sufre-un-apagon-electrico-masivo-en-todo-el-pais-cadena-ser/
  5. HuffPost España
    “Resumen: qué se sabe del mayor apagón de la historia de España”
    https://www.huffingtonpost.es/politica/resumen-que-se-sabe-mayor-apagon-historia-espana.html

Organismos e instituciones

  1. CEPYME – Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa
    Comunicados oficiales y posicionamientos sobre la afectación a pymes tras el apagón.
    https://www.cepyme.es
  2. ATA – Federación Nacional de Trabajadores Autónomos
    Reacciones públicas y propuestas ante crisis sistémicas.
    https://www.ata.es
  3. Red Eléctrica de España (REE)
    Información técnica y comunicados sobre la red y gestión de incidentes.
    https://www.ree.es
  4. CNMC – Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia
    Regulación y seguimiento del sistema eléctrico.
    https://www.cnmc.es
  5. Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de España
    Anuncios institucionales y medidas de seguimiento.
    https://industria.gob.es

Datos de referencia

  1. Directorio Central de Empresas (DIRCE) – INE
    Datos estructurales sobre número y tipología de pymes en España.
    https://www.ine.es
  2. Plan de Digitalización de Pymes 2021–2025 – Ministerio de Asuntos Económicos
    Documento estratégico de transformación digital.
    https://portal.mineco.gob.es